Vemos como el mundo y la sociedad
han evolucionado, gracias al crecimiento y despliegue de las tecnologías de la
información y de la comunicación, especialmente en dos áreas fundamentales: la
educación y el trabajo. Lo cual ha influido en el desarrollo de las personas,
en su forma de pensar, de ver la vida y de relacionarse con los demás, así como
de tener un conocimiento propio, acerca de sus fortalezas y debilidades en
diferentes aspectos. El uso de las herramientas tecnológicas se ha convertido en
algo tan útil como indispensable, sobre todo a la hora de acceder a la
información, adquirir nuevos conocimientos, así como de capacitarse para la
vida profesional, laboral y personal; más aún en el mundo interconectado que el
siglo XXI nos ha traído.
Vale la pena mencionar que el uso
del internet y de las diferentes aplicaciones y programas que nos brinda la web
2.0, con sus notables características: interactividad, flexibilidad, dinamismo,
cobertura y accesibilidad, han hecho de alguna manera, tal vez inconsciente pero
contundente, que el ser humano sienta la necesidad de adaptarse a ellas y al
mismo tiempo adaptarlas a su estilo de vida, de acuerdo a sus necesidades,
aspiraciones y al medio en el que se desenvuelve. Por esto y con las exigencias
del mundo moderno, se hace más necesario prepararnos, pero no sólo para ser
expertos en una determinada materia u oficio; para tener el empleo soñado, para
obtener un ascenso, ganar más dinero, en fin; para alcanzar lo que tanto
anhelamos, si no también y sobretodo para convertirnos en seres autónomos y
responsables, capaces de actuar y decidir con libertad, de reflexionar, de
cuestionar con criterios constructivos, que contribuyan a nuestro proceso de
formación y de aprendizaje, como seres integrales. (Argüelles, et al, 2016).
El mundo es cada vez más competitivo,
en todos los aspectos de la vida: personal, laboral, profesional, etc. Por ello,
se requiere día a día una preparación y actualización constante de la
información, de los conocimientos y del uso de las herramientas tecnológicas; así como desarrollar
“valores y emociones imprescindibles para la gestión del propio aprendizaje,
como el gusto por aprender y superar retos, la valoración del esfuerzo, la
aceptación de la crítica, el interés por trabajar y convivir con otras personas, la valoración de
la iniciativa y de la creatividad, etc.” (Argüelles, et al, 2016, p. 80). Para esto es necesario, la combinación de tres elementos claves: la
autonomía, la metacognición y la autorregulación, donde se destaca el papel de la
autonomía en el proceso de aprendizaje, como una cualidad que abre la puerta
hacia el conocimiento y que se fortalece gracias a los procesos de metacognición
y de autorregulación.
Desde hace algunas décadas y con
los cambios sociales, económicos y tecnológicos, han surgido nuevas necesidades
relacionadas con el acceso y el manejo de la información, a través de
diferentes dispositivos tecnológicos[1]. Entonces,
se habla de competencia informacional o digital, la cual implica tener la
capacidad de saber cuándo y por qué se necesita información, saber dónde
localizarla, cómo evaluar la información y la fuente de procedencia, cómo utilizarla
de acuerdo a las necesidades propias del ámbito laboral, académico, profesional
y personal y saber cómo expresar y dar a conocer la nueva información. (Arguelles,
et al, 2016). Por lo tanto, para lograr el desarrollo de dicha competencia, tan
esencial y útil en el mundo interconectado que nos envuelve, es primordial el
uso adecuado de los elementos mencionados anteriormente; ya que favorecerá el
procesamiento apropiado de la información, su transformación en nuevos
conocimientos; así como su comunicación y divulgación con el uso de diferentes
lenguajes y técnicas, sin olvidar en este punto, la utilización responsable de
las TIC, su empleo y aprovechamiento de manera autónoma, analítica y crítica.
(Arguelles, et al, 2016).
[1]
Tomado de
Argüelles, D. y Nagles, N. Aprender a
Aprender. Estrategias para promover procesos de aprendizaje autónomo. EAN.
Bogotá. 2016. p. 110.
Hola Martha,
ResponderEliminarLeyendo la información que relacionaste en la pregunta de: ¿Por qué aprender en un mundo interconectado? Me parece que realizas un análisis completo al respecto, puesto que es primordial estar interconectado como lo mencionas profesional, personal y laboralmente, ya que en todos los aspectos y áreas que manejamos en el día a día nos vemos obligados a manejar herramientas tecnológicas e ir aprendiendo al ritmo de las mismas a manejarlas.
Este blog me parece muy completo, visualmente me parece atractivo, felicitaciones por el trabajo realizado.
Katherine Sánchez Carmona.
Buen día Martha:
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, las herramientas de la web hoy en día facilitan nuestras labores profesionales y laborales, una ayudita para la superación personal.
Muy buena respuesta.
Saludos.